La saturación de los cinco pisos dedicados a la atención de pacientes de Covid-19 en la clínica 1 del IMSS, llevó a que personal de enfermería a que pararan labores de manera intermitente en nosocomios reconvertidos.
Lo anterior, ya que los trabajadores debían sobrepasar sus jornadas normales, sin el permiso de salir para hidratarse, comer o realizar sus necesidades fisiológicas, por mandato de su superior inmediato, la jefa de enfermeras, María Félix Heredia.
Los trabajadores denunciaron que esto es parte de la nueva política laboral: explotación y que haya una mayor presión en las atenciones proporcionadas hacia quienes contrajeron el coronavirus.
Además, revelaron que la disposición de camas es contraria con las cifra oficiales del gobierno estatal, porque por cada una desocupada hay –cuando menos- siete pacientes en la espera del lugar y tener acceso al oxígeno.
Las enfermeras y enfermeros del hospital regional del IMSS en Cuernavaca, advirtieron que de seguir las presiones por parte de sus superiores, entonces vendrán otro tipo de protestas y manifestaciones.
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